
Comer frecuentemente en pequeñas porciones es bueno. Ingerir alimento entre comidas estabiliza tu nivel de energía, lo que previene cambios bruscos en los niveles de azúcar en la sangre.
Desayunar es vital. No hacerlo incrementa el riesgo de padecer diabetes, además de ser un factor de riesgo para la obesidad y enfermedades cardíacas.
No esperes a tener sed para beber agua. Toma por lo menos de seis a ocho vasos diarios.
Dale a tu cuerpo un descanso adecuado. Dormir 8 horas diarias es lo recomendado, esto permite que tu cuerpo realice todas sus funciones de restauración y ayuda a mantenerte sano y con energías.
Comer después de cierta hora no necesariamente desajusta el metabolismo, pero comer e irse a la cama luego de comer es un mal hábito digestivo que debes evitar.
El ejercicio es básico. Tres veces por semana, al menos media hora, sería suficiente para mantenernos en buena forma.
Caminar es terapéutico tanto física como mentalmente. El Tai Chi es otra buena actividad terapéutica que puede complementar la caminata y mejorar tu salud y calidad de vida.
Come despacio. Nuestro cuerpo tarda de 15 a 20 minutos en reconocer los nutrientes que consumimos en los alimentos y mandar señales de estar satisfecho.
Controla la cantidad de sal en tus comidas. Sustitúyela por hierbas aromáticas, limón o especias que aporten un toque de sabor a tus platillos.
Cocina siempre con aceite de oliva, mejorará tu salud cardiovascular.
No te obsesiones con las calorías que debes consumir. Cada individuo tiene necesidades propias. Si la báscula no se mueve, es porque estás tomando las que necesitas.
Una taza de uvas, con alrededor de 100 calorías, te proporciona más de una cuarta parte de los valores diarios recomendados de vitaminas K y C; por otra parte las semillas de uva, que son comestibles, están repletas de antioxidantes.
Tomar un vaso de agua tibia en ayunas es muy bueno para limpiar tu organismo. Además de que estimula el sistema digestivo, también ayuda a limpiar la piel de tu rostro porque elimina las toxinas de tu cuerpo!
Las ensaladas ofrecen un montón de posibilidades y muy sanas, combínalas con jamón o pechuga de pavo para un platillo extra nutritivo y fresco. Las opciones son muchas y todas ellas muy apetitosas.
La primera regla para comer sano es aprender a cocinar correctamente. Evita comer alimentos fritos todos los días y comida precocinada.